La industria puede apoyar la transformación de materia prima, como papa, maíz, piña, en productos terminados con valor agregado que permitirá elevar el nivel de vida de los productores y de todos en general.
La región latinoamericana debe apostar por tener más autonomía industrial y desarrollar una producción de items con valor agregado. Es decir, no solo materia prima sino también productos terminados.
La Corporación Andina de Fomento, CAF, es su página web www.caf.com. Indicó que “Latinoamérica necesita mejorar la calidad de sus exportaciones para aportar valor agregado, integrarse en las cadenas de valor globales y fomentar un crecimiento económico a largo plazo. Existe el consenso generalizado en la región de que el crecimiento no puede sostenerse indefinidamente a costa de la explotación de materias primas”.
El tema del valor agregado es importante porque la industria latinoamericana tiene la capacidad para ser un generador de riqueza. “Esta es una forma de crear más puestos de trabajo y mejor calidad de vida, un aspecto que vendría a mejorar el tema de la migración en la región, pues la gente no tendría que irse de su país en búsqueda de mejores oportunidades”, señaló Medardo D’Ambrosio, director general de Proyectos y Ventas de OMEGA Packing, empresa líder en asesoría de equipos de envasado, etiquetado y empaque a nivel mundial.
Pero ¿cómo es posible generar productos con valor agregado? En este punto la industria juega un papel muy importante en la transformación de materia prima en productos finales, que en este momento se importan.
La papa se convierte en alcohol
En Suramérica, los países andinos son productores de papa por excelencia. Mucha de esa cosecha, 20 mil toneladas mensuales sólo en Perú, se están perdiendo ya sea porque los fletes son caros, el transporte no funciona o exportar la papa no es un buen negocio. Esta situación no lo pueden resolver solo los productores.
La industria puede realizar el proceso de transformación de la papa que se pierde en un producto con mejor valor agregado que es el alcohol. “Se trata de un proyecto complejo y grande que implica la recepción de la papa que no se comercializa: la fea, la chiquita, la golpeada. La papa se lava, pela, tritura y se vuelve puré. Luego se somete a un proceso de enzimas donde el almidón se convierte en azúcar, Este proceso se llama sacarificación. Convertido en azúcar el producto se puede fermentar y se transformar en alcohol de buena calidad, tipo etanol para diferentes usos”, explicó D’Ambrosio.
“En OMEGA Packing podemos integrar todas estas funciones. Con Navata se hace el proceso de papa y volverla mosto para fementarlo. Della Toffola se encarga del destilado y Bertolaso termina el proceso con el embotellado”, apuntó
Maíz, piña y otros
Pero no sólo la papa se puede transformar en un producto con mayor valor agregado. También esto puede ocurrir con la piña, el maíz y todos los productos que contengan almidón son susceptibles de fermentación mediante un proceso de enzimas.
“Así como la papa, originaria de América llego a Europa para evitar que la gente muriera de hambre, así el maíz ha sido un regalo de América para el mundo. Por supuesto que los cultivos son primero que nada para alimentar a la población, pero también para que los productores puedan generar dinero, dejen de ser pobres y se conviertan en una clase media fuerte. Esto es factible a través la transformación de esos productos que se cosechan, especialmente los que se desechan y a los cuales se le puede sacar valor” apuntó.
“La piña panameña es la más dulce de la región. El 70% de la piña que no se exporta se puede transformar en alcohol. Y esto ocurre también con melón, sandía o patilla y mango entre otros productos que se producen y no se exportan o queda un excedente luego de haber cubierto la demanda del mercado interno”, concluyó.