Es un destilado delicado, aromático y muy elegante que reposa en barricas de roble. Su origen es un vino de calidad y su elaboración es un arte que se traspasa de padres a hijos.
El brandy es una bebida que proviene del vino, son necesarios 3 litros de vino para producir un litro de brandy. Es una bebida delicada, aromática y muy elegante. Es un destilado que reposa en barricas de roble para realizar una crianza que le otorga los matices y aromas necesarios para ser un producto elegante, sabroso y muy digestivo.
Su elaboración es un arte que se traspasa de padres a hijos y esto hace que las mejores marcas de este producto sean de larga tradición. El origen del brandy es un vino de calidad. La palabra brandy viene del holandés brandewijn que significa vino quemado.
“El secreto de un gran brandy es la destilación consiste en calentar un líquido y que el alcohol se evapore. Este vapor recorre unos tubos que están fríos y hace que se condense, consiguiendo separar los aromas y el alcohol del agua. En la destilación de calidad se separan las “cabezas” y las “colas” dejando la parte central o “Flema” que es la más adecuada para el brandy” explica el portal catatu.es.
Las cabezas son la parte más volátil mientras que la flema contiene más proporción de alcohol mientras que las colas contienen mucha agua y no aportan nada al destilado.
En el brandy se aplica una doble destilación que consiste en destilar el vino una primera vez, donde se consiguen graduaciones cercanas a los 28 grados de alcohol y una gran cantidad de agua. Se vuelve a destilar esa holanda para conseguir un líquido con unos 60 grados de alcohol. Este tipo de destilación es usada en el cognac y es necesario un vino de calidad ya que aumenta tanto los defectos como las virtudes del vino.
Cómo se toma
“La forma más común de consumir el brandy es a temperatura ambiente, dentro de una copa de balón para conseguir disfrutar así de todos sus matices”, indica el portal lagoumerta.com.
Indica que este tipo de copa de balón es muy útil para degustar el brandy ya que permite mantener una temperatura relativamente alta, ya que la copa se encuentra en todo momento cubierta por la mano del consumidor. Además, nunca se debe llenar la copa más de un quinto de su capacidad, para poder mover el licor libremente y que sus matices aromáticos se despliegue por todo el recipiente, señala el portal.
Debido a que la forma tradicional de degustar el brandy es a temperatura ambiente no se introduce hielo en la copa. Sin embargo hay consumidores que prefieren disfrutar del brandy a temperaturas más bajas. En esos casos, pueden utilizarse cubitos de hielo, lo más secos posible para evitar que se derritan rápido, e incluso utilizar otro tipo de copa con un tallo más largo para que se pueda sostener sin tocar el cáliz y lograr así reducir la temperatura.